Al cuatrocentista del siglo
veintiuno
no le gusta el orfebre,
prefiere el retrato,
nacido en enero fabrica
guirnaldas
y en la dama de Florencia
adorna su frente.
No renuncia a demandas
cuando no puede las encarga a
su doble
que conoce el pasado y el
futuro, flota en el tiempo,
es arte, no quiere dinero.
La mujer del collar con cuentas
de coral
ideal de belleza elevado por
la dulce expresión
perfil suave, delicada
sencillez, apenas detalles,
en cada rincón, donde no se
ve, en todas partes.
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