Una vida no es suficiente
para ver, para vivir
y decir lo que siembra en la
Tierra
la canalla semilla que somete.
Te marcaron de niño con
indios y ellos,
fuegos de guerra y juegos
maniqueos
rellenaron biberones, con su
leche
la moral judeo cristiana.
Convirtieron el bosque en
petróleo
y quemaron la conciencia
con motores de sus tiempos
a ninguna parte.
Bastó un poco de frío
para despertar y oler basura,
algunas se apagaron en la
tierra bondadosa
otras no reciclables.
Vino la madre echando colonia
de garrafa
escozor para oler a limpio
y hábiles las marcas raptaron con patentes
recortaron el olfato y nadie
dijo nada.
Ya sé,
tampoco basta ver para vivir
si no empujo el remo que me
toca.
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