A ese que quería morir
en cien o doscientos años
¿tendrás que vivir dos vidas?
dos no,
cuatro o quince
o doscientas
el problema es si te repites
sin pitorreo, sin pitango
tepites y re en una nota
la segunda seré payaso
aprenderé del dolor hacerlo risa
a tocar la guitarra y el chelo
una bajaré al infierno a calentarme
acompañar a quien deshace entuertos
cantaré sin cloroformo
la penúltima no tendré miedo
aún en soledad
si el pensamiento de alguien me acompaña
al final seguro me quedo calvo,
si no le importa prefiero por ignición
desnudo y sin ceremonias, bien hecho
que alguien que me quiera
recite un poema de amor y un silencio
después suene la marcha del circo
abrid una botella de vino tinto
en esta ocasión invito yo, el último brindis por mí,
después brindad por vosotros, es importante
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