Tanto pájaro que no puedo
cerrar los ojos
una mala noche la tiene
cualquiera
luego da frío ver al
zampullín cuando amanece
el agua del charco está turbia
salto en el barro
no lo dejo para otro día
me sumerjo y pinto la cara de
arcilla
los incisivos no son lo que
parecen
cada montón su galería
no me verá la jineta, está
ocupada luciendo lunares
me cuidaré del merodeo del aguilucho
lagunero
hay que aguantar hasta el
último segundo
la naturaleza es
deliciosamente cruel
me lo cuentan mis hermanas
egagrópilas
a los pies de cualquier poste
en cualquier mirador
escondido
sin necesidad de anteojos,
por más que insistan las
tortugas
vivir no es un valle de
lágrimas
la cabeza verde del anade es
la más bonita
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