Sin pensar el ángulo adecuado
un inmenso muro en plano de cristal
cóncavo convexo
según los modos de vuelo.
El inquilino pulsa el primero
D
crak crak crak se para la
máquina
y allí está
aguardando a llegar que no
viene.
Pinta cuadros de puentes
susurro afectos
la mujer del décimo O
con el dedo índice y el iris
más profundo
se muda por razones
personales.
Llaman y nada
impacientes suben la escalera
es la pareja del sexto S
perdieron la llave en el
rellano.
El niño abajo arriba, no se
cansa
vuela y sueña sin pies de
plomo
ni bla bla de belleza y
solidez
la ilusión lo desborda todo,
nadie sabe
Se accede a los pies por el
filo de Q
y tras cada ventana
se asoman luces y sombras
todo.
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