El
reportero intrépido
se
ha lanzado, no hay quien lo pare,
será
día de los difuntos
!vivan
los cadáveres¡
rebelión
de los zombis
macetas
de maría seca
¿algún representante al aparato?
no, no puedo
busca en la calle un evento, un contador
por allí aparece uno
disculpe, ¿sabe qué día es mañana?
no, soy muy despistado
además, no me gustan los días
de mañana
me gustan hoy, !ay¡ !uy¡ ey, me
gustan los abanicos
el reportero intrépido no ceja
le urge llenar un hueco, un fleco
no obstante, insisto no obstante
mañana es el día de los difuntos
ah, de los muertos
que espichan en sí con pesar
¿me responde una pregunta?
pregunte
¿cuénteme una experiencia temprana con la muerte?
¿muy temprana o a medio día?
usted decida
buscó y rebuscó en el limbo
del olvido
tocó madera, tragó saliva
pues mire, yo no he tenido
experiencia temprana con la muerte
salvo una que no contaré,
las otras espero no tenerlas
quiero morir en la cama y
dormido,
si puede ser
con cien o doscientos años
después de hacer el amor con
ella
cualquier día de primavera
estoy sensible
no obstante, insisto
vea si puede ser, una experiencia indirecta
eso es otra cosa
por ahí nos entendemos
rebusco la vela negra y un pastel
de mora
estaban mi hermano y yo
siendo adolescentes ambos,
así como quien no dice nada
y zas, nos llaman
que se ha muerto la vecina
del segundo A,
a la sazón buena mujer,
esa señora con la que te cruzas
a diario, y le das los buenos
días,
las buenas tardes a veces,
se murió
un respeto a la difunta
y heme aquí que reclaman,
alguien llama
que no hay quien lo baje
¿quiere decir el ataúd?
así que mi hermano y yo, al
cadáver
caja negra con su
cruz,
con respeto a la finada
cuanto pesaba el conjunto
llevado solo por dos,
de los pies a la cabeza
mi hermano delante
atrás yo
en el primer escalón
se escabulle de las manos
de salir estuvo a punto
a darnos los buenos días
la rodilla la paró, moretón
y pies para que te quiero, carrera
cosas de la juventud,
transeúntes que se apiadan
el pésame que me dan
y a mí no me toca nada,
paso ligero intemperie
nos miran con pesadumbre
se paran
nosotros como si nada
seguimos muy diligentes
pasamos la calle Larios
derechitos a la plaza
la de la Constitución
donde aguarda el coche negro, sin
pitejo
con conductor
buena gente el susodicho
nos orienta en la descarga
y una vez depositada
con ojos triste nos mira
declina la testa
da la mano el sentimiento
nos acompaña en el mismo,
y a mí no me toca nada,
moraleja
si te invitan a bajar caja
no te niegues,
solo pasa una vez en la vida
y no te lo puedes perder
Jajajajajaaaaaaaaaaaaa
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