miércoles, 10 de abril de 2013

Gimnasia matutina



Se desliza la cesta y zas
manzanas garbanzos y pepinillos en vinagre
al  ruedo inclinado,
ríe por no llorar
se olvida el dolor y el morao en el muslo izquierdo
y se lanza a buscar enigmas.

Uno se ha perdido
anda suelto nadie le conoce
va pegando en puertas  y ninguna abre
él dice que no sabe y no es cierto
es solo ignorante,
sabe lo que quiere.

No le interesan los campos de batalla
no utiliza lanzas o flechas,
su espada es sin filo
no estoca no hiere,
que la lucha es otra cosa,
la palabra trasciende todo escrito.

Sin temor  ni agotamiento
mientras quede oxigeno
quince veces por minuto,
sin doblez ni saturado
en una línea
que no pretende llegar antes.

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