Junto
al trazado del Guadalmedina,
en
los novios de la muerte,
antaño
hicieron al sujeto, aún no predicado,
pinchazo
con de qué muerte,
pero
la procesión llegó tarde,
fue
que mucho antes le visitó agoniza,
más
guijarro a la rodilla que fiebre se lanza en plancha
A
esto que, explosión del universo en densidad
Construían
pelotas con la imaginación que daban pocos trapos,
y
no le gustaba el futbol,
acosaban
los perrillas
esos
que enseñaban a los niños el juego de brebaje potestad
en
sorbos férreos, como puente de alemanes,
osados
en atajar indisciplinas con vara de medir lomos,
autoritas
de sincronecios paralizantes
Y
a lo otro, cuanta implosión de globo atómico
Montaba en ala de libélula sin miedo,
obstinado
en atravesar el paredón de piedras de olor a cal,
el
que traza sombras de golondrinas en primavera,
se
armaba de un hilo de algodón,
y
zambullía en el río que hoy llaman cicatriz
A
divergir, con quienes no entendían de botánica rebelde
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