viernes, 20 de julio de 2012

Lo engulle todo


adornaron de tul
los salarios las jornadas
las máscaras de hierro
las prisiones

apremió la burbuja
se oxidó el utillaje
curro ¿dónde estás?
te perdí, te busco te deshaces

desarmados los ediles,  sin señuelo
de tierra prometida
sus tumores queman
las sandalias del presente ajeno

el trabajo hace libre
dice la puerta del infierno
a los cesantes
obligados a subsidios de miseria

no llama la espiga
a la hoz
que le siegue el sustento
toca narices al grano

abone el excremento
la tierra al pan
cualquiera al semejante
ni un átomo de vida al poder

pretenden apagar  
a órdenes de cementerio
la dinamita verde
de tu grito a la noche

su gracia es armario inmoral
repleto de nada
sus sicarios magullan con dogmas morados
de dolor frío

entérate engullidor
rallas la siesta el juego y los respiros
y la que más me duele
la decencia

2 comentarios:

Antonio Díez dijo...

me ha sacado una sonrisa la referencia a aquel curro descerebrado que solo pensaba en irse al caribe... o en ser mascota de una expo...

coeliquore dijo...

Un poema excelente, Rafael: tan claro, tan limpio, tan certero.