Hay
que estar, donde no importa o no gusta,
larga
noche en ayunas,
un
electro un enema, rasuran el pubis, lavan la escena.
Mejor
si los próximos distraen de los nervios
hay
que animar, hay que besar,
antes
que la anestesia duerma la conciencia.
Que
no tiemble es bisturí,
sajar
la piel, la fibra, abrir la cavidad,
pinzar
fugas de sangre.
Donde
las vísceras se tocan,
los
ovarios, el útero,
se
extirpan los cangrejos intrusos.
Y a
coser, a sondar, a drenar, a abrir vías,
primperán,
calmante y suero,
que sea leve, suerte,
larga esperanza de vida.
A
toda mujer que pudo parir y después...
A
toda mujer que no pudo parir y después...
A
todas, un afecto un apoyo.
Un
afecto
a
toda mujer sin acceso a la salud
¿pero
qué apoyo?
Muy interesante su poema, Rafael.
ResponderEliminarSaludos cordiales