La
noche envuelve en vapor de sodio
titilante
color incertidumbre
quién
sabe dentro
Donde
no se aparcan dudas
vela
arma sin filo
hasta
el punto que toca
por
respeto a la paz
El
elefante no deshoja margarita
huele
como crece
sin
juego de azar
Cambiará
el ombligo
de
mirarse bien,
de
escribir
opio
cargado de futuro
No
importa la meta
ni
peana ni medalla
pólvora
en ruta
Jamás
de rodillas,
salvo
así, en abrazo
dirección
impredecible,
no
cualquiera
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