Foto tomada de Internet
No supe de tu existencia pero te aguardaba,
lejano a tus merodeos, mis pupilas ciegas,
fuiste caprichosa brisa, fresca pincelada.
Euterpe, que tu flauta ilumine los entornos,
quédate y embriáganos, despiertos
con frágil melodía de vacuna del dinero,
en intenso requiebro con cadencia clara,
aléjanos de parlanchines ediles sabedores.
No demores tu visita en los trances de revés,
enciende una rebelión con la de muchas
y allí cuando la carga promete aplastarnos
¡estaremos flautas de resistencia pacífica¡
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