Nos ocupa paso a paso y acaricia sin demora nuestra huella,
nos levita cada cuanto en el camino, o sin avisar nos ciega.
En silencio te acompaña, de quimeras te acorrala de pequeño,
cual cemento te endurece los encantos aunque no quieras.
Sube roca, pisa barro, guarda arena y traga polvo mientras puedas
que la tierra es sólo eso, sólo tierra que te aguarda con paciencia.
Desde el fondo a la montaña son canciones, negra y blanca roja y negra,
olvídate de lecciones, ¿quién la puso aquí ?, no me lo cuentes colega.
Quédate en sí, despojado, sin púlpito que te guíe, sólo tú, ahí frente a ella,
obvia al público, ojea y duda, guiña, oye a qué suena el guijarro.
Luego si te hace ilusión, deposítala en maceta, riégala de vez en cuando,
la agitas pinta su barro y lo cueces ¿qué?, esa amiga que te espera.
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